Asuntos Textuales

La versión estándar del Tao Te Ching es el texto citado en el comentario del filósofo y erudito del siglo III Wang Pi. Hasta hace muy poco tiempo se consideraba la versión más antigua y más confiable del libro disponible. En 1973 se encontró un verdadero tesoro arqueológico en una tumba Han cerca del pequeño pueblo de Ma-wang-tui en la provincia de Hunan, un tesoro que incluía dos copias del Tao Te Ching. Ya que el enterramiento puede fecharse de forma precisa en el año 168 a.C, los manuscritos de Ma-wang-tui son ahora la versión más antigua que disponemos del Tao Te Ching que se pueda fechar con certeza.

El texto estándar se divide en 81 capítulos, agrupados en dos partes, Tao, que consta de los primeros 37 capítulos, y Te, que contiene los restantes (Ching, por cierto, significa simplemente «clásico»). La partición del texto en capítulos no está presente en los manuscritos de Ma-wang-tui por lo que ésta es probablemente una adición posterior al texto. El libro consiste esencialmente en un número de refranes vagamente relacionados, agrupados en lo que parece ser una manera bastante arbitraria. A menudo no hay consistencia de argumentos dentro de un mismo capítulo, mientras que las afirmaciones idénticas o similares se repiten en varios capítulos en diferentes contextos. También la noción tradicional de que la primera parte del libro trata del Camino Cósmico (Tao), mientras que la segunda parte se refiere a su aplicación (Virtud, Te) en la esfera humana (por ejemplo, el buen gobierno), sólo puede mantenerse de forma muy aproximada. Lo que todas las pruebas sugieren es que tanto la versión estándar como los manuscritos de Ma-wang-tui son textos muy confusos, transmitidos a través de los siglos y copiados en numerosas ocasiones, con errores administrativos, partes de texto desplazadas, correcciones, repeticiones, y posiblemente incluso adiciones.

Puede ser interesante ver cómo los textos del Ma-wang-tui difieren de la versión estándar y especular sobre el significado de tales diferencias. Hay dos manuscritos Ma-wang-tui del Tao Te Ching, que Robert G. Henricks en su libro (Lao-tzu, Te-Tao Ching: Una nueva traducción basada en los Textos Ma-wang-tui recientemente descubiertos, Ballantine Books, New York, 1989) llama Texto A y Texto B. Los dos textos no son idénticos ni en contenido ni en estilo, lo que evidencia que, incluso en esta fecha temprana, ya estaban en circulación diferentes versiones del libro.

Como se mencionó anteriormente, las divisiones de los capítulos no están en los manuscritos de Ma-wang-tui, mientras que la división en dos partes, Tao y Te, se encuentran en el orden opuesto. Es decir. ambos textos comienzan con Te, los capítulos del 38 al 81 de la versión estándar, y continúan con Tao, los capítulos del 1 al 37.

Las opiniones de los eruditos varían sobre la razón de esta inversión. Algunos piensan que el orden de Ma-wang-tui refleja el del Lao-tzu «original». Otros hipotetizan que había en circulación dos versiones diferentes del libro, a principios del siglo II a.C, un Tao-Te, usado por los taoístas, y un Te-Tao, usado por la tradición legalista. Una tercera opinión finalmente atribuye el orden de Ma-wang-tui simplemente a un percance de empaquetado. Mientras que los textos de Ma-wang-tui están escritos sobre seda, el soporte más común para los libros en China a lo largo del primer milenio a.C fue un conjunto de delgadas tiras de bambú atadas juntas en paquetes. Si el Lao-tzu en algún momento consistió en dos paquetes tales, Tao y Te, podemos imaginar fácilmente a un copista colocando la primera parte en una caja después de copiarla y colocar la segunda parte encima de ella, y al copista siguiente recoger el libro en ese orden y copiar la segunda parte antes que la primera.

Aparte de la inversión de Tao y Te, el orden del texto en los manuscritos de Ma-wang-tui es prácticamente el mismo que en de la versión estándar (con tres excepciones: el capítulo 24 se encuentra entre los capítulos 21 y 22, el capítulo 40 entre los capítulos 41 y 42, y los capítulos 80 y 81 se encuentran entre los capítulos 66 y 67). También el contenido es casi el mismo, con algunas opciones diferentes de ideogramas individuales, de forma ocasional, pero no en tal modo como para proyectar un significado radicalmente diferente.